El cybersquatting no es nada nuevo. En realidad, nació con los primeros sitios web, cuando a las empresas no les interesaba mucho tener una presencia online y algunas personas aprovecharon a registrar nombres de dominio de marcas reconocidas.
Progresivamente, las empresas se fueron dando cuenta del potencial de internet y buscaron tener una identidad digital. Así que necesitaron adquirir esos nombres de dominio. Hoy en día, la presencia online es un activo importante para cualquier compañía y resguardarla, así como todo signo de identidad en la red, es fundamental.
Pero, así como el interés comercial por internet ha evolucionado, también lo ha hecho la ciberdelincuencia, en especial, el cybersquatting. Aunque también lo han hecho las leyes, que ahora consideran a esta práctica como un delito.
Si tu empresa aún no sabe cómo afrontar el cybersquatting y está atravesando por esta situación, en este artículo te damos algunas ideas que te serán útiles para ese propósito:
Qué es el cybersquatting
Por si aún no lo tienes claro, el cybersquatting (ciberocupación en español) es la práctica de apropiarse de la identidad digital de una marca, empresa o persona reconocida. Esto se hace con fines fraudulentos, publicitarios, con la intención de comercializar los activos secuestrados o para realizar ciberataques que lleven a brechas de seguridad de los datos de los clientes.
Algunos de los elementos identitarios que suelen ser secuestrados por personas no autorizadas son:
- El nombre de dominio
- Las cuentas de redes sociales
- La dirección de correo electrónico
- Aplicaciones
Pero para saber con certeza si lo que le sucede a tu empresa es un caso de ciberocupación, tienes que considerar estos 3 criterios establecidos por la OMPI:
- El nombre usado debe ser igual o muy similar a tu marca o identidad digital.
- Quien haya secuestrado tu marca no debe tener ningún derecho o interés legítimo sobre ella.
- Los elementos secuestrados deben ser utilizados con mala fe.
Tipos de ciberocupación o cybersquatting
Para aclarar aún más la situación, a continuación, te contaremos las formas en las que suele realizarse el cybersquatting:
Clásico
Podemos decir que este tipo de ciberocupación es la primigenia. Como decíamos arriba, viene de los primeros días de la web y aún persiste. Consiste en usar el nombre literal de una marca, persona o persona reconocida para registrar un nombre de dominio o perfil de red social sin tener autorización para hacerlo.
También, cuando se vence el período de registro del dominio y, si se te olvidó renovarlo, puede ser el momento perfecto para que los ciberocupas puedan obtenerlo. Además, si gestionas tu sitio web mediante un equipo freelancer, este puede tomarlo como suyo si no te ha entregado las claves del webmaster.
En este caso, lo que se busca, generalmente, es aprovechar el registro para venderlo a los propietarios originales de la identidad a precio muy altos. Puede ser, también que se busque utilizar el renombre para ofrecer productos o servicios fraudulentos a tu audiencia.
Typosquatting
Esta clase de cybersquatting consiste en registrar nombres de dominio muy similares a los de tu marca o identidad digital, pero no iguales, solo con pequeños cambios de tipografía. Lo que se busca es aprovechar los errores comunes del usuario para dirigirlo a sitios web falsos. Por ejemplo, puede hacerse lo siguiente:
- Cambiar un caracter: Talus por Talos.
- Añadir una letra: Thalos por Talos.
- Intercambiar un caracter por otro similar: TaIos por Talos (se cambia la “i» mayúscula por la “l” minúscula.
- Introducir un caracter separador: Ta-los por Talos.
- Omitir una letra: Tals por Talos.
- Convertirlo en subdominios: talosaboga.dos.com por talosabogados.com
- Transponer de lugar los caracteres: Talso por Talos
- Utilizar otro dominio: En lugar de talosabogados.com usar talosabogados.es
Lo que se busca es que los usuarios vayan a otro sitio web en el que pueden ofrecer otro tipo de productos o servicios no asociados con la empresa ciberocupada. Además, estos sitios alternativos pueden ser usados para monetizar a partir de publicidad colocada allí.
Combinación con otras palabras
Otra forma de ocupar la marca ilegalmente es combinándola con otras palabras, de manera que el usuario considere este sitio web como legítimo. Por ejemplo, se suele agregar palabras como “outlet” o de un tipo de productos como “viajes”, de la siguiente manera: “zaraoutlet.com” o “mercadonaviajes.com”.
El propósito más común de este tipo de ciberocupación es el fraude, pues asocia la marca a productos o servicios que no necesariamente vende.
Internacional
Una forma en que también se aplica la ciberocupación es el registro del dominio en países en los que no está registrado. Por ejemplo, podría registrarse un sitio de Bizum en México bajo el dominio: bizum.mx, en lugar del original bizum.es.
Aunque en este caso no necesariamente sería problemático si Bizum no busca expandirse a México. Además, tendría que revisarse si las leyes mexicanas protegen marcas renombradas, aunque no estén registradas en su territorio, para determinar si hay infracción.
Inversa
Este tipo de cybersquatting funciona de manera inversa al habitual, registrando marcas o nombres reconocidos en el mundo digital en el Registro Mercantil. Así, se tomara provecho de la notoriedad de Roro Bueno en las redes sociales, un ciberocupa podría registrar su nombre como marca española.
El fin de esto sería impedir que la creadora saque productos o servicios con su nombre o que los ciberocupas hagan precisamente eso, aprovechando el renombre de Roro.
Bitsquatting
En este caso, la ciberocupación se desarrolla de forma técnica, utilizando un error habitual en la navegación: el cambio de bits por sobrecalentamiento. Entonces, lo que se hace es simplemente cambiar la DNS en un bit (si es 0 se coloca 1 o viceversa), llevando al usuario a un sitio fraudulento.
El bitsquatting es muy difícil de probar debido que la variación resulta muchas veces imperceptible para inexpertos.
Medidas de prevención del cybersquatting
Tal como se ve, el cybersquatting puede resultar muy problemática porque puede ocasionar confusión entre tus clientes, provocarte pérdidas económicas e, incluso, derivar en procesos penales para tu empresa.
Por eso, y aunque existen leyes que te protegen, siempre es mejor prevenir en lugar de tener que atravesar procesos legales extensos y costosos. Aquí te damos algunas recomendaciones:
Registra tu nombre de dominio lo más pronto posible
Si inicias un emprendimiento, una de las primeras cosas que debes hacer es registrar el nombre de dominio con tu marca. En la actualidad es fundamental contar con una presencia en el ámbito digital y a medida que tu empresa crezca, más vas a necesitar este canal de comunicación y comercialización.
Así, además, podrás evitar que otras personas se aprovechen de tu notoriedad para beneficio propio o en desmedro tuyo, mediante la ciberocupación.
Busca proveedores de dominio confiables
Y cuando hagas el registro de tu nombre de dominio, procura hacerlo con proveedores confiables. Muchos de ellos trabajan activamente contra el cybersquatting con diversas configuraciones de seguridad, como la renovación automática del registro, para evitar que los ciberocupas puedan aprovechar su liberación temporal.
Compra variaciones de tus dominios
Otra forma muy efectiva de prevenir la ciberocupación es registrar dominios alternativos con variaciones tipográficas o diferentes extensiones de dominio. De esta manera, dejarás poco espacio para que los ciberdelincuentes puedan usar fraudulentamente tu renombre.
No ceder la clave de administración de tu sitio web
Como hemos contado, es posible que la ciberocupación la realice el equipo que gestiona tu sitio web de manera freelancer. En ese caso, una precaución importante es mantener las credenciales de administración de tu sitio web bajo tu cuidado y no cedérselas a nadie.
Lo mejor es crear perfiles de usuario que limiten el acceso a quienes trabajan contigo a determinadas funciones, de manera que no puedan apropiarse del sitio inesperadamente.
Mantén monitoreo sobre posibles casos de cybersquatting
Pese a que hayas hecho todo lo anterior, siempre es posible que pueda haber un cybersquatting inesperado. Por ese motivo, te recomendamos mantenerte atento a cualquier indicio de que esté sucediendo.
Puedes empezar escuchando a tus usuarios en los distintos canales de atención al usuario que tengas (redes sociales, reseñas, call center, etc.). También puedes contratar servicios de búsqueda activa de páginas que podrían estar ciberocupando la tuya. Y, revisar otros signos como cambios significativos en las ventas o las impresiones de tus canales digitales, te podría alertar de que puede estar sucediendo y permitirte tomar medidas para detenerlo.
En el aspecto legal
Existen dos acciones a realizar en el plano legal para protegerte del cybersquatting:
Registra tu marca
La medida más importante en el aspecto legal es registrar tu marca. Esa es la forma más segura de poder tomar acciones en caso de que alguien la ciberocupe. Puedes acudir al Registro Mercantil para protegerla a nivel de España o la EUIPO para registrarla a nivel europeo.
Aquí te dejamos un artículo en el que te indicamos cómo registrar una marca en España.
Firma contratos adecuados
Si vas a trabajar con equipo externo, la mejor idea es dejar todas las funciones, responsabilidades y potestades de cada uno establecidas en un contrato. Pero asegúrate que sean adecuados para tus necesidades, contratando a un abogado que te asesore en el proceso.
De otro modo, el futuro secuestrador podría enviarte contratos leoninos que no aseguran que desarrollará la web y te la entregará (o el canal o el perfil social), sino que solo la licenciará.
Soluciones a la ciberocupación
Una vez que tu identidad digital ya ha sido secuestrada, necesitarás buscar soluciones que te permitan resolver el cybersquatting y afrontar los daños que ha dejado. Aquí te mostramos las medidas a tomar:
Vía judicial:
El cybersquatting puede configurarse como tres infracciones o delitos que pueden ser atendidos por los tribunales: infracción a la propiedad intelectual o industrial, apropiación indebida, estafa y sabotaje informático. Esto depende del tipo y las características que tenga el secuestro de la identidad.
En el caso de que se trate una ciberocupación clásica que afecte el renombre de tu marca, podrías interponer una demanda por infracción a la propiedad industrial. Si más bien, han logrado acceder a tu sitio web, mediante phishing, podría ser un proceso por estafa.
De otro lado, si alguien que trabajaba para ti ha ciberocupado tu identidad digital, podrías demandarlo por apropiación indebida o sabotaje informático.
Si bien esta vía no podrá resolver el problema, sí podría resarcirte por daños y perjuicios sufridos a partir del cybersquatting.
Ante la ICAAN:
La Corporación de Internet para la Asignación de Nombres y Números (ICAAN) proporciona un procedimiento efectivo para recuperar tu dominio secuestrado. Se trata de la Política Uniforme de Resolución de Disputas por Nombres de Dominio o UDRP, que intentará determinar de quién es el dominio.
Para hacerlo, deberás presentar los documentos que acrediten que eres propietario de la marca. Y el incidente deberá cumplir con los tres criterios de la OMPI mencionados arriba sobre ciberocupación.
En conclusión
El cybersquatting , que se desarrolla de diversas formas, puede afectar la posición de tu marca en el mercado e incluso hacerte parte de procesos de orden penal. Para evitarlo, es necesario tomar medidas desde el momento que decides crear tu empresa. Y contar con el asesoramiento de abogados especializados en derecho mercantil para realizar actividades como contratar a personal externo a tu empresa.
En Talos Abogados contamos con abogados que pueden asesorarte antes, durante y después de una ciberocupación. Contáctanos.
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